El pasado sábado debuté en el equipo de rugby. lo cierto es que estaba un poco nervioso. Los que me conocéis bien sabéis que no soy una persona que suele ponerse nervioso. Los nervios sólo me atacan cuando me enfrento a algo que está fuera de mi control, algo que no puedo dominar. Eso me pasó el sábado, me encontré perdido todo el partido, no sabía dónde debía colocarme, hacia dónde correr o dónde placar. Como resultado: me aburrí (claro que también podría ser porque nos dieron un baño espectacular).
Esperemos que el próximo partido se de mejor. De momento seguiremos entrenando...
lunes, enero 15, 2007
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